“Radiatori a la crema de pesto”. Hoy toca Viernes de pasta! No sé qué tendrán estas recetas pero siempre son un acierto, sea el día que sea…
La salsa pesto es una de las salsas más conocidas de la cocina italiana, hecha con albahaca, ajo, piñones, queso y aceite de oliva. También existe la variante de pesto rojo, hecha con tomates secos, queso pecorino y pimientos. Cualquiera de las dos es perfecta para acompañar un clásico plato de pasta.
Sin embargo la mayor ventaja que tienen estas salsas es que se pueden congelar, por lo que merece la pena hacer gran cantidad cuando las preparamos.
En mi caso yo hice bastante cantidad, y versioné la salsa creando una crema. El por qué… porque esta versión sirve para dos platos distintos; en caliente nos sirve como condimento para nuestra pasta y en frío cuaja y se convierte en una crema de queso untable con un maravilloso sabor!
Si no me creéis sólo tenéis que intentarlo…
También tenéis en el blog la receta de las “Albóndigas de Cherry y Pesto” 😉
Os animáis?
Ingredientes: (para 4 personas)
- 500 gr de pasta (spaguettis, fusilli, etc.)
- 3 tazas de hojas de albahaca pequeñas.
- 2 dientes de ajo.
- 1/4 taza de piñones.
- 1/4 de taza de queso rallado Parmigiano Reggiano.
- 1/4 de taza de queso rallado Pecorino romano.
- 1/3 de taza de aceite de oliva virgen extra.
- 200- 250 gr de queso crema natural
- Una pizca de sal
Como preparar:
Lo primero que haremos será poner la pasta a cocer. Ponemos una olla a fuego alto con agua y sal. Cuando empiece a hervir, vertemos la pasta y la cocemos según las indicaciones del paquete.
**Yo he elegido radiatoris de la marca Garofalo, que me gustan mucho, pero podéis elegir cualquier otra.
Ahora prepararemos nuestra crema de pesto. Colocamos todos los ingredientes juntos en nuestro procesador de alimentos, excepto el aceite, y pulsamos poco a poco hasta que estén picados. Lentamente añadimos el aceite de oliva y mezclamos a velocidad baja. Si batimos o picamos en exceso podemos calentarlo demasiado y “cocinar” la salsa pesto, lo que nos dará una salsa de baja calidad.
**Si queremos evitar que nuestra salsa pesto repita, hay que quitarle al ajo la parte central, que es la que repite. Para ello partimos el ajo longitudinalmente y con la punta de un cuchillo extraemos el corazón del ajo.
Una vez que esté lista, añadimos el queso en crema y batimos despacio para que se mezclen bien todos los ingredientes.
Cuando veamos que la pasta está al dente, la apartamos, y escurrimos. Servimos en los platos inmediatamente la pasta y encima nuestra salsa.
**Si optáis por hacer la salsa pesto tradicional (sin el queso crema), lo ideal es servir primero en el plato aproximadamente dos cucharadas de salsa pesto y poner la pasta encima de la misma¸ porque es una salsa bastante grasa por la cantidad de aceite que lleva. A continuación cada comensal se mezclará su pasta hasta integrarla completamente.
Un buen acompañamiento para nuestro plato es un vino rosado tipo “Entrechuelos rosado” de la Bodega Domecq o un blanco tipo “Blanco de blancos” de la bodega Barbadillo.
Listo!
Que aproveche!
