Mi yaya siempre decía que «De la mar el mero, y de la tierra el cordero», y no sabéis la razón que tenía… Y si es cordero a lo pastoril con huevos tontos, mejor!
Esta receta, como tantas otras, nace como fruto de la necesidad de los pastores de prepararse la comida en el transcurso de las largas travesías en busca de pastos para el ganado, y de tirar hacia delante con lo que cultivaban o cuidaban. Antiguamente se realizaba con los huesos del cordero, y no con la carne, como se realiza ahora.
Es un plato sencillo y que aporta un gran apoyo calórico. Los ingredientes principales de este plato son el cordero y el ajo. Por un lado, la carne de cordero es una fuente importante de proteínas de buena calidad y de minerales como hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, y por otro lado, El ajo posee vitaminas del complejo B, y vitamina C, vitamina A y vitamina E, en cantidades más reducidas, gran cantidad de minerales y además, tiene un leve efecto antioxidante.
Hay muchas formas de preparar el cordero a lo pastoril, en este caso yo os traigo la receta tradicional que hacía mi yaya. Es una joya que lleva en nuestra familia muchas generaciones y que con orgullo compartiré con vosotros.
Comenzamos?
Ingredientes: (para 4 personas)
- 1 kg de cordero (Podéis utilizar chuletas de pierna)
- 8-10 dientes de ajo
- 100 mg de vinagre
- Harina
- Sal y Pimienta
- 1 Pastilla de caldo de carne
- Aceite de oliva
Para los huevos tontos:
- Miga de pan
- Leche
- Huevos
- Ajo
- Perejil
- Sal
Como preparar:
Necesitaremos que el cordero este cortado en trozos. (Podéis comprarla en los supermercados, normalmente envasadas en bandejas), sino podéis pedirle al carnicero que os corte el cordero para pastoril. Yo suelo comprar las bandejas de pierna troceada.
Ponemos una cacerola mediana con aceite a calentar a fuego medio-alto. Cogemos los dientes de ajo (reservaremos un par) y los estrujaremos, poniendo el cuchillo en plano sobre ellos y apretando con el dorso de la mano. Los echaremos en el aceite y dejaremos que se doren.
Mientras, salpimentamos la carne y pasaremos, como diría mi madre, un trozo si y un trozo no por harina. Pondremos la carne en la cacerola por tandas para que se sellen bien, e iremos sacándolos y reservándolos en un plato aparte.
Una vez que está toda la carne sellada, la volveremos a meter en la olla y añadiremos el vinagre, y daremos vueltas hasta que se evapore el alcohol. Esto servirá para que la carne se ponga tierna más fácilmente.
Cuando haya evaporado el alcohol, añadimos agua en la olla hasta cubrir la carne, ponemos la pastilla de caldo y los dientes de ajo que teníamos reservados, muy picaditos.
Dejaremos la olla a fuego medio durante aproximadamente una hora, contando desde el momento que empieza a hervir.
Mientras se cocina, vamos a preparar los huevos tontos! Lo primero es poner a calentar una sartén con aceite o la freidora.
Debemos picar bien los ajitos y el perejil. Mezclaremos todos los ingredientes en un bol hasta hacer una masa homogénea y vamos formando croquetas mediante dos cucharas. Una vez listas, vamos friendo y apartando en un plato con papel de cocina para que escurran el aceite sobrante.
Ahora volveremos a la olla, y pincharemos la carne para ver si está tierna y en función de eso, dejaremos o no más tiempo. Si está listo, serviremos en los platos y acompañaremos con los huevos tontos! Estas masitas absorberán el caldo y se convertirá en lo mejor que hayáis probado!
Se de sobra que este plato es bastante calórico, por lo que si no queréis hacer los huevos tontos, siempre podéis acompañarlo de arroz cocido, e incluso judías verdes y/o patatas cocidas.
Que aproveche!