“Puerros rellenos de queso y bacon” Esta receta no tiene ninguna complicación y admite muchísimas versiones, siempre en función del relleno que decidamos elegir.
A mi me gustan los sabores fuerte como el jamón, bacalao, salmón, el queso de cabra, las pasas, la cebolla caramelizada, que contrastan con la suavidad del puerro. En este caso, he decidido hacerlos con queso y bacon, porque son sabores conocidos que gustan a todo el mundo y casi siempre son ingredientes que podemos encontrar en la nevera de cualquier casa.
Pero lo dicho, para gustos los colores, y para versiones, todas las que queráis, sólo tenéis que echarle un poco de imaginación.
Aquí os dejo la receta de hoy.
Os apetece?
Necesitamos (para 4 personas)
- 4 puerros
- 16 lonchas de bacon
- 1/8 de queso bola o equivalente en gouda.
- Mezcla de quesos para gratinar.
- Sal y pimienta negra recién molida
- Aceite de oliva virgen extra.
Salsa bechamel: (Opcional)
- 1 litro de leche entera
- 75 gr. de mantequilla
- 60 gr. de harina tamizada
- 1/3 cuchara pequeña pimienta blanca recién molida
- 1/3 cuchara pequeña nuez moscada
- 1 cuchara pequeña de sal
Salsa verde: (Opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
- Ajo picado
- Perejil picado
Como preparar:
Lo primero que debemos hacer limpiar los puerros. Le quitamos la parte verde y las raíces, y lavamos bien por la parte superior para quitarle los restos de tierra que puedan contener. Cortamos en trozos de 10-12 cm.
Ponemos una olla al fuego con agua y sal. Cuando rompa a hervir, introducimos los puerros y dejamos cocer durante unos 10-15 minutos. Lo justo para que no se deshagan en demasía.
Una vez cocidos, sacamos a escurrir y dejamos que se atemperen.
Mientras, ponemos a precalentar el horno 180º C con calor arriba y abajo, y preparamos la bechamel.
**El uso de la salsa bechamel es opcional. Yo en este caso no la utilicé por falta de tiempo, pero con la salsa está mucho más rico! La preparación es sencilla.
Ponemos a calentar la leche en un cazo. Una vez que esté caliente pero sin llegar a hervir, apartamos del fuego.
En otra cazuela, ponemos a calentar la mantequilla a fuego bajo. Cuando se derrita añadimos la harina y removemos con unas varillas, para que se mezcle y se tueste. Formará unas pequeñas masitas de tono dorado tostado.
Echamos la leche caliente en la cazuela (aproximadamente la mitad de la leche), la sal, la pimienta y la nuez moscada. Mezclamos con una varilla durante 5-6 minutos sin olvidar pasar bien por el fondo para que la harina no se queme, y vamos añadiendo el resto de la leche en función de cómo vaya espesando la salsa.
Cuando al levantar las varillas se forme un hilo continuo, apartamos del fuego, porque ya está lista nuestra salsa bechamel.
**Un par de trucos: Si os queda muy líquida, dejadla un poco más al fuego sin parar de remover; si os queda muy espesa, añadimos un poco más de leche y de nuevo sin dejar de remover, y si el problema es que os salen grumos porque no la tengáis controlada, toque de batidora y arreglado.
Ahora que está lista, cogemos una fuente de horno donde nos quepan todas las piezas de puerros.
Cogemos los puerros y cortamos longitudinalmente por la mitad, pero no del todo. Ponemos los batoncitos de queso, que habremos cortado anteriormente de 1 cm de espesor y 10-12 cm de largo, en el interior del puerro y cerramos. Envolvemos con las lonchas de bacon y los vamos colocando en la fuente de horno.
Una vez ordenados todos en la fuente, vertemos por encima nuestra salsa bechamel y cubrimos con la mezcla de quesos. Introducimos en el horno para gratinar durante unos 10 minutos, o hasta que veamos que la costra superior de queso queda tostada.
**Si no sois muy amantes de la bechamel por su sabor lácteo, siempre podéis pasar los puerros envueltos por la sartén, y rociarlos antes de servir con una estupenda salsa verde bien pasada por la batidora, que combina genial!
Listo!
Que aproveche!